viernes, 6 de abril de 2012

TEJIDOS VEJETALES

Si clasificamos los tejidos vegetales según su función, tendremos seis grupos: protectores, embrionarios, fundamentales, esqueléticos, conductores y secretores.

CLASIFICACION DE LOS TEJIDOS VEJETALES

Tejidos protectores

El tejido epidérmico recubre las hojas y los tallos y raíces jóvenes. Protege la parte aérea de la planta de la desecación y permite la absorción de agua y de sales minerales a través de la parte subterránea. Está formado por una única capa de células vivas, sin cloroplastos, muy unidas entre sí. Intercalados entre las células epidérmicas aparecen los estomas, estructuras formadas por dos células que dejan entre ellas un orificio por donde pasan los gases y se produce la transpiración.
El tejido suberoso o súber protege a la planta contra la pérdida de agua y contra las temperaturas extremas. Se encuentra en tallos y raíces viejas. El corcho del alcornoque es tejido suberoso.
Este tejido está formado por células muertas cuyas paredes se han engrosado, proporcionando resistencia y protección.
Los tejidos protectores, también llamados tegumentos, están formados por células que recubren el vegetal y lo aíslan del exterior. Hay dos clases de tegumentos: la epidermis, formada por células transparentes e impermeabilizadas, y el súber o corcho, formado por células muertas de paredes gruesas.

Tejido epidérmico de un pétalo de flor











TEJIDOS DE CRECIMIENTO

O tambien llamados meristemos están constituidos por células jóvenes cuya única actividad es la de dividirse continuamente por mitosis. De las células de los meristemos derivan todas las células que forman el vegetal. Existen meristemos primarios, cuyas células permiten el crecimiento de la planta en longitud, y medistemos secundarios, el cámbium y el felógeno, cuyas células permiten el crecimiento de la planta en grosor.
El tejido meristemático o meristemo es el responsable del crecimiento y desarrollo de las plantas. Está constituido por células vivas, pequeñas, con grandes núcleos, sin vacuolas y con una pared celular fina, que permite su crecimiento y su división.
Se localizan en las semillas, en los ápices de las raíces y los tallos, en las yemas y también en el interior del tallo o tronco. Frecuentemente, cuando se observa al microscopio, se puede ver que algunas (o muchas) de sus células se encuentran en división.
Este es el caso de la imagen superior, que es la parte en crecimiento de la raíz de la cebolla.

Meristemo de la raíz de la cebolla

Tejidos fundamentales

Son los parénquimas o tejidos parenquimáticos. Tienen diversas funciones: realizar la fotosíntesis (parénquima clorofílico), almacenar sustancias como almidón, grasas, etc. (parénquima de reserva), acumular agua (parénquima acuífero) o aire (parénquima aerífero).
El tejido que forma el interior de una hoja es un parénquima clorofílico.
Los tejidos parenquimáticos están constituidos por células especializadas en la nutrición. Los principales parénquimas son: el parénquima clorofílico, con células capaces de realizar la fotosíntesis; el parénquima de reserva, con células que almacenan sustancias alimenticias; el parénquima aerífero, que contiene aire, etc.
Parénquima de reserva en una semilla

     Tejidos esqueléticos

    Son el colénquima y el esclerénquima.
El colénquima o tejido colenquimático, formado por células vivas, mantiene erguidos los tallos jóvenes y los pecíolos de las hojas.
Están constituidos por células alargadas de paredes muy gruesas formadas por celulosa. Estos tejidos dan forma y confieren rigidez a los vegetales.
El esclerénquima, constituido por células muertas con paredes gruesas, aparece en órganos protectores, como el «hueso» del melocotón, cubierta protectora de la semilla.
Colénquima


Tejidos secretores

Es el llamado tejido glandular.
La función del tejido glandular es la secreción de sustancias. La clave de este tejido son las células secretoras, capaces de producir algunas sustancias o concentrar y almacenar otras. Las secreciones pueden ser expulsadas al exterior o al interior de la planta.
Hay varios tipos de órganos glandulares en las plantas: algunos son pelos, otros son tubos que contienen látex, etc.
Están formados por células especializadas en producir y excretar diversos tipos de sustancias, como la resina de las coníferas o pinos y abetos, el látex de las plantas lechosas, las bolsas secretoras de la corteza de la naranja, etc.


Pelos glandulares de una hoja

TEJIDOS CONDUCTORES

Son los que transportan sustancias por el interior de las plantas. Existen dos tipos básicos, el xilema y el floema.
El xilema o tejido leñoso transporta la savia bruta de la raíz a las hojas.
El floema o tejido liberiano transporta la savia elaborada, que se produce en las hojas, al resto de los órganos de la planta.
Los tejidos conductores están formados por células cilíndricas que se asocian formando tubos, por los que circulan las sustancias nutritivas. Se distinguen los vasos leñosos, o xilema, por los que circula la savia bruta formada por agua y sales minerales, y los vasos liberianos, o floema, por los que circula la savia elaborada formada por agua y materia orgánica, que ha pasado por el proceso de la fotosíntesis y es el verdadero alimento de la planta.


Los «nervios» de una hoja están formados por tejido conductor








No hay comentarios:

Publicar un comentario